"La hacendosa cucarachita Martina"

Comentario a propósito del cuento popular cubano
"la cucarachita Martina"
mx
Con mucho agrado, durante la jornada del 25 de junio, presentamos el cuento popular cubano "La cucarachita Martina". Un bello relato que nos entretuvo a todos. Porque tanto niños como voluntarios nos sentimos implicados en el cuento. Quizás, en parte, por lo disparatado del cuento y el ambiente propicio, en el cual, todos los que estabamos ahi nos vimos envueltos. De principio a fin la luz de la vela, sostenida en las manos de Leda, atrajo la atención de todos. Un ambiente de misterio se instaló entre nosotros. De pronto, los extraños personajes (por cierto no es por los actores) ivan apareciendo en el improvisado escenario. Salen el perrito, el torito, el gallito, la palomita... y el galan entre ellos, es decir, el ratoncito Pérez. Todos aquellos que pasaban por la puerta de la casa de nuestra "Martinica" le ofrecian matrimonio. Sin embargo, sólo don Pérez, el ratoncito, fue capaz de converserla.

La cucarachita Martina es uno de esos relatos totalmente disparatados que los niños, en mi modo de ver, adoran leer una y otra vez. Todo comienza cuando Martina, una cucarachita muy limpia y trabajadora, se encuentra una moneda y decide comprarse una caja de polvos. Ella, muy arregladita y empolvada, se sienta a lucirse en la puerta de su casa. Al verla tan atractiva, varios animales le proponen casamiento, pero ella sólo acepta al ratón Pérez. Las cosas se complican después del matrimonio cuando el ratón cae dentro de una olla de sopa por buscar una cebolla, desencadenando así una serie de eventos inesperados: la cucarachita muy triste suspira y llora; al verla, un pajarito se corta el piquito, una paloma se corta la cola, una fuente se queda sequita, una doncella rompe la cantarita, la reina se cambia la toca y el rey corre al médico, sanando al ratón y al resto de la cadena.

La caracterización de los personajes es divertida y ocurrente, especialmente la hacendosa cucarachita con sus expresiones de humildad, espanto y coquetería.

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